Este espacio fue creado por iniciativa de vecinos ciudadanos y Asociaciones de los barrios que pertenecen a la Cuenca del Arroyo Cildañez. El objetivo es poder elaborar un plan que resuelva las problemáticas que se hicieron evidentes en las inundaciones del pasado 2 de Abril del año 2013 en la Ciudad de Buenos Aires. Este espacio está abierto a todos aquellos que deseen participar y se propone trabajar en conjunto con los Organismos competentes en la materia para abordar una solución a largo plazo.

lunes, 24 de marzo de 2014

Invitacion a la Celebracion de los 100 años del Parque Avellaneda‏



Por más memoria y participación

El 28 de marzo se cumplirá el 100º aniversario de la inauguración de un espacio verde emblemático de la Ciudad.

Por:
Tiempo Argentino
El próximo viernes 28 de marzo el Parque Avellaneda se colmará de niños y niñas de las escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires. Será la mejor forma de recordar la inauguración que 100 años antes sumaba este espacio verde a la extensa lista de parques creados en esa década, la del Centenario de la Patria. El ingeniero agrónomo y paisajista Benito Carrasco fue el encargado de diseñarlo con su marca distintiva: el parque público es un espacio de acción y socialización antes que mero paisaje para contemplar.
Caminando por el Parque Avellaneda dejamos nuestras huellas junto a las huellas de la historia. Su tierra fue habitada por los Querandíes, antes de ser perseguidos y aniquilados por los conquistadores. Sus centenarios árboles dieron sombra a las huérfanas víctimas de las pestes que azotaron a la Buenos Aires colonial. La Casona de los Olivera albergó a la familia durante un tumultuoso siglo de vida rural signado por la gesta emancipatoria y en la Navidad de 1853 fue utilizada como Cuartel General del Ejército de la Confederación durante el sitio de Buenos Aires, un episodio invisibilizado por la historia oficial.
En 1912 los Olivera vendieron sus tierras al Municipio y el Concejo Deliberante resolvió con visión de futuro que debía existir "un Palermo del Oeste", anticipándose al crecimiento de la Ciudad por la llegada de los inmigrantes. Inaugurado como Parque Olivera y en el mismo año rebautizado como Parque Avellaneda, transita sus primeros años de esplendor con el teatro infantil (1914), el vivero (1916), la primera Colonia de Vacaciones para Niños débiles (1919) impulsada por el concejal socialista Antonio Zaccagnini, el primer natatorio público de la Ciudad (1925), gran patio de juegos infantiles (1927) y el trencito de la alegría (1936); de estos dos últimos sólo queda la portada y el recuerdo en los miles de abuelos que llevan a sus nietos para compartir vivencias de su infancia. Desde los años '60 se sucedieron décadas de fragmentación y abandono que la dictadura del '76 supo aprovechar dejando su marca como una herida abierta: la traza de la autopista Perito Moreno con el ensanche para la instalación del peaje que dejó divididos al barrio y al Parque.
El año 1989 fue el comienzo de una experiencia de participación popular única, el camino por la recuperación integral del Parque Avellaneda. Los vecinos ciudadanos nucleados en el Centro de Estudios Sociales y Actividades Vecinales Barrio Parque Avellaneda (CESAV) descubrieron su valor como raíz y núcleo central histórico, simbólico y significativo del barrio del mismo nombre. El CESAV inició sus actividades haciendo memoria, construyendo el relato identitario catalizador de un "nosotros" comunitario generador, a la vez de nuevos espacios y momentos de encuentro, arte y reflexión que lo proyectaran al futuro en todas sus dimensiones. En 1994 organizó las jornadas, abiertas y públicas, que permitieron elaborar el plan de manejo que guía las acciones posteriores, demostrando la voluntad de asumirse colectivamente como actor técnico, político y comunitario aplicado de forma innovadora a la planificación participativa y la gestión asociada del espacio público en un ámbito novedoso, la Mesa de Trabajo y Consenso (MTC), expresión anticipada de la descentralización demorada por la Ciudad pero legalizada para el Parque Avellaneda por la Ley 1153 de 2003.
Este camino que ya lleva 25 años, se transformó en una "escuela de políticas públicas con participación popular" en los diferentes contextos socio-políticos que se sucedieron. Los100 años nos encuentran en una etapa de fortalecimiento y resistencia frente a una gestión de la Ciudad que desprecia la participación y lo público. El año 2014 invita a visitarlo y a sumarse a un colectivo que quiere reinaugurarlo por 100 nuevos años de más memoria y participación. -<dl

miércoles, 12 de marzo de 2014

Reunión del Grupo de Mapa de Riesgo - Acta y Registro Audiovisual



El pasado lunes 10 de marzo se realizó en la asociación de Jubilados "El Renacimiento" del Barrio Nágera la reunión del Grupo de Mapa de Riesgo la Red Intercomunal de la Cuenca Cildañez.

En la misma se analizaron los contenidos disponibles como resultado del relevamiento realizado durante el 2013 mediante la modalidad de Encuentros con vecinos y organizaciones de la Comuna 8 y 9.

Estos contenidos se agrupan en 6 áreas: Agua, Basura y Contaminación, Tránsito, Árboles y Espacios Verdes, Organizaciones Sociales y Vulnerabilidad Social. El objetivo es sistematizar la información desponible, distinguiendo en "Efectos dañosos", "Prácticas Adoptadas", "Problemáticas" y "Soluciones Propuestas". Luego se analizará, se pondrá en conocimiento, se discutirá y se buscará obtener conclusiones. Esta información será útil tanto para el trabajo junto a las Organizaciones del territorio y a los vecinos como también para el trabajo conjunto a las Instituciones gubernamentales.

En la próxima reunión de la Red, el Lunes 31 de Marzo, se realizará el Plenario.

Acta de la Reunión

viernes, 7 de marzo de 2014

Fotos de la Inundación del 7 de Febrero en Barrio Nágera

Corresponden a la inundación del 7 de Febrero del 2014 en Barrio Nágera



La función social de la propiedad

Los autores abogan por la reincorporación de una herramienta que podría dar respuestas de fondo al problema habitacional.

Después de casi cuatro años, el Parque Indoamericano vuelve a ser noticia. De nuevo la violencia se cobró una vida, cuando varios centenares de personas ocuparon los terrenos del cementerio de autos lindero a la Villa 20 (Villa Lugano, Comuna 8, Ciudad de Buenos Aires), en tierras actualmente contaminadas que iban a ser destinadas por decisión legislativa a la construcción de viviendas (Ley 1770 de 2005, sistemáticamente incumplida por el gobierno porteño). 
El derecho a la tierra y la vivienda emerge nuevamente invitándonos a reflexionar sobre una serie de problemas que recorren todo el país y se replican en los inquilinos encerrados en un callejón sin salida, en los agricultores y campesinos expulsados de sus tierras por los pools de siembra y en la condena al hacinamiento por la densificación y la falta de infraestructura en los barrios populares. La lista podría continuar, porque las injusticias en la distribución de la tierra nos muestran una situación profunda y compleja que ya lleva más de 500 años en nuestra América. Esta afirmación supone una fuerte toma de posición frente a los que pretenden hacer únicos responsables de los problemas a quienes los padecen y nos lleva a ordenar las cosas desde otra lógica: la tierra es ante todo un bien de uso comunitario y no sólo una mercancía; la pobreza no es algo naturalmente dado y requiere políticas públicas de redistribución; ya que todo problema social implica un derecho vulnerado. En este contexto, Estado y sociedad deben asumir en forma participativa y corresponsable la búsqueda de soluciones.
Durante estos últimos diez años, el Estado Nacional realizó importantes avances con programas sociales federales e inclusivos. Sin embargo, sabemos que esto no alcanza, y surgen nuevas dificultades cuando frente a estas políticas el mercado reacciona aumentando el precio del suelo y los materiales de construcción. La propuesta se reitera: se hace imperioso desarrollar más políticas públicas en las cuales se involucren todos los actores afectados. Donde el Estado pueda regular el mercado del suelo, y tengamos mayor participación popular en el diseño, la gestión y el monitoreo de los programas sociales. 
Una oportunidad histórica se abre en estos próximos meses. La Cámara de Diputados tiene que votar el proyecto del nuevo Código Civil y Comercial. El actual data de 1869 y fue gestado por quienes consolidaron el modelo de estado liberal, agroexportador, concentrador de la tierra. Reincorporar la "función social de la propiedad" en el nuevo código, como ya existía en la Constitución del '49 y fue propuesto por numerosas organizaciones en todas las audiencias públicas, nos dará una herramienta para generar respuestas de fondo. No se niega el derecho de propiedad, pero se lo condiciona al beneficio de la comunidad. La propiedad no puede estar ociosa; si no cumple una función, perjudica a la sociedad. El Estado tendrá así otra herramienta para promover la participación ciudadana e impedir que haya viviendas vacías o terrenos baldíos; podrá promover que haya más viviendas para alquilar y más tierra a la venta con mejores condiciones y garantías para las partes, anticipar el problema y no correr tras la emergencia. 
La violencia del conflicto en el Indoamericano, las aulas container y el ajuste en la Ciudad de Buenos Aires son algunos remanentes del modelo implementado por la dictadura y continuado en los noventa. Enfrentándolo hay una sociedad que necesita decisión política y de la participación de tod@s para consolidar los cambios que estén a la altura de la nueva época.